- Desde el arranque, el duelo entre Loeb y Ogier se robó todo el protagonismo
- En el segundo día, el nuevo Ford Puma le dio un gran reto al campeón: el Toyota Yaris
- La elección de llantas fue la clave del tercer día, debido a la variedad de condiciones de la pista
- El final fue no apto para cardíacos y el preámbulo de un campeonato prometedor
La temporada del WRC arrancó por todo lo alto con la edición 90 del Rally de Montecarlo. Nuevos autos, pilotos y un mano a mano que tuvo un desenlace increíble fueron los condimentos que sazonaron esta fantástica carrera. Sin más preámbulo, vamos a repasar la carrera con todos los detalles.
Día 1


La acción empezó el jueves, con dos pruebas especiales nocturnas. El primer auto en la ruta fue el Toyota del campeón reinante, Sebastien Ogier. No esperó a nadie y de inmediato se colocó al tope de la clasificación general, con victorias en ambos tramos.
Sebastien Loeb le siguió los pasos de cerca. Terminó segundo en las dos especiales y empezó a demostrar el potencial del Ford Puma.
De regreso al parque cerrado, la diferencia a favor de Ogier era de 6,7 segundos.
Para Elfyn Evans era una prueba importante como nuevo líder de Toyota. Por eso, se tomó el inicio con un poco más de precaución. En los dos tramos terminó tercero y en la general quedó a 11 segundos del líder.
La sorpresa de la apertura la dio Gus Greensmith, en el tercer Ford Puma. Tomó el cuarto lugar de la general, sobre el líder del equipo, Craig Breen y se mostró muy contento con el rendimiento de su auto.
Al final del jueves, tres de los cuatro autos de Ford estaban entre los cinco primeros.
Día 2


La carrera continúo en la mañana del viernes, al norte de Montecarlo y, de inmediato, la montaña cobró su primer abandono. Adrien Fourmaux entró pasado a una curva y se dio este tremendo golpe. La nueva estructura de los Rally1 hizo el trabajo y piloto y copliloto salieron ilesos.
En la pelea por la punta, la batalla se encendió. Sebastien Loeb salió con todo y dio una lección de manejo. Ganó los tres primeros tramos y saltó al tope de la clasificación general, con una ventaja de 10,6 segundos.
Ogier, en cambio, no la pasó tan bien debido a falta de adherencia.
Incluso tuvo este susto, cuando golpeó el guardarriel con la parte posterior. Por suerte, solo tuvo daño cosmético.
Las noticias no mejoraron para el francés de Toyota, porque Elfyn Evans fue tomando confianza. Al final del primer loop, también lo había desplazado en la clasificación general y ahora, Ogier cayó al tercer lugar.
Por otro lado, Hyundai empezó a aparecer tímidamente de la mano de Thierry Neuville. El belga escaló dos posiciones y se acomodó cuarto en la general, aunque no tenía la velocidad de los líderes.
En la tarde, se repitieron los tres tramos de la mañana, pero las cosas empezaron a cambiar. Loeb ganó en la apertura del segundo loop, pero tuvo a Ogier pisándole los talones. El de Toyota había encontrado velocidad extra en su Yaris y la aprovechó en las siguientes dos especiales. Con eso, Ogier volvió al segundo puesto de la general y redujo la ventaja con relación a Loeb, a 9,9 segundos. La batalla, nuevamente, se encendió.
Evans simplemente no pudo seguir la velocidad de las leyendas del monte. De todas formas, se estableció en la tercera posición y se mantuvo expectante para el sábado.
Thierry Neuville siguió sacando cara por Hyundai. Se mantuvo en la cuarta posición y, aunque estaba a casi 50 segundos de la punta, era buen negocio por el campeonato.
Por otro lado, Ott Tanak mejoró su performance y entró en el top 5, desplazando a Craig Breen.
El día tuvo un momento especial porque Gus Greensmith, en el cuarto de los Ford Puma, obtuvo su primera victoria de tramo en el WRC. Además, fue el único en ganar aparte de Loeb y Ogier, durante los primeros dos días de competencias.
Día 3
El tercer día de la carrera fue el día más difícil debido a las cambiantes condiciones del asfalto. En un solo tramo pasaban de piso seco, a mojado y a hielo. Por eso la elección de llantas fue clave y quien mejor que Ogier para saberlo.
El de Toyota eligió 4 llantas con clavos para las zonas altas y nevadas. Eso, sumado a un ataque incesante, le pagó en grande. En solo las primeras dos especiales, Ogier descontó toda la ventaja que le llevaba Loeb y empató el tiempo acumulado. Pero no se detuvo ahí; siguió al ataque y un tramo después tomó el liderato de la general, por 5,4 segundos.
Loeb no tuvo cómo frenar el ataque de su compatriota. Había elegido una combinación de llantas para piso seco y para nieve, como para tener un balance promedio en toda la ruta. Claramente, la fórmula no le funcionó.
Otro que estuvo volando fue Elfyn Evans. Ganó el primer tramo del sábado y le pisó los talones a Ogier en el segundo. Pero, todo su esfuerzo fue en vano. Cometió un pequeño error y quedó colgado de un pequeño barranco de donde no pudo volver a la pista. Evans quedó fuera del rally y cedió importantes puntos por el campeonato.
El Rally de Montecarlo tampoco les dio margen a los de Hyundai. Ott Tanak apostó por llantas para atacar en el piso seco, aunque el hielo de la montaña tuvo otros planes para él y quedó fuera de carrera. Por otro lado, Oliver Solberg iba en una sólida actuación en su debut con el equipo oficial de Hyundai, hasta que se pasó en una frenada y dejó su i20 como decoración del paisaje.
Avanzó el día y las noticias no mejoraron para la marca surcoreana. El amortiguador delantero derecho de Thierry Neuville se rompió y atravesó el capot. Reparó y pudo continuar, solo que perdió más de tres minutos en el proceso y cayó al sexto lugar de la general.
Después de la asistencia, los dos tramos de la tarde los ganó Kalle Rovanpera. Con eso consiguió escalar a la cuarta posición de la general.
Craig Breen continuó sumando confianza a bordo del nuevo Ford Puma y heredó la tercera posición que Evans desechó.
Al frente de la general, la guerra continuó sin tregua. Loeb devolvió el golpe en el penúltimo tramo y redujo la diferencia a solo cinco segundos de Ogier.
El de Toyota no se quedó de brazos cruzados y en la última especial del día lo aniquiló. Le hizo una diferencia de unos 16 segundos y estiró su ventaja a poco más de 21.
Con eso, Ogier tenía un buen margen para el remate del último día.
Día 4
El domingo, solo quedaban dos loops, de dos especiales que se repetían. A pesar de la diferencia, Loeb no se dio por vencido y fue por un último intento. Ganó el primer tramo del día, por 1,1 segundos. Si bien no era un descuento importante, tenía que mantener la presión sobre el líder de la general.
La respuesta de Ogier no se tardó y fue contundente: le ganó el siguiente tramo por 4 segundos y medio. Con eso, la diferencia se amplió a casi 25 segundos, lo cual ya era demasiado como para que Loeb pudiese revertir el resultado en solo dos especiales.
Salvo un milagro. Y eso fue lo que ocurrió. En la última parte, de la penúltima prueba especial, Ogier bajó la llanta delantera izquierda. Consiguió arrastrarse hasta la meta, pero perdió 34 segundos con relación a Loeb.
Con eso y solo un especial por delante el 9 veces campeón del mundo retomó el liderato ahora, con una ventaja de 9,5 segundos. Por eso, el Power Stage final fue a todo o nada.
Gus Greensmith aseguró el resultado en el último tramo y terminó en la quinta posición de la general. Fue un inicio de temporada muy prometedor para el británico.
Kalle Rovanpera estableció el tiempo más rápido del Power Stage y se llevó los 5 puntos extra por el campeonato. Con esta victoria de tramo, se quedó con el cuarto lugar de la general.


Craig Breen tampoco arriesgó en la especial final porque tenía la mira puesta en el tercer escalón del podio. El irlandés arrancó con pie derecho en su debut con el Ford Puma y podría ser candidato para pelear por el título.
Todos los reflectores quedaron puestos en el duelo máximo: Loeb contra Ogier. El de Toyota salió a todo o nada para recuperar la punta en un intento heroico. Hasta el último parcial había descontado 7 de los 9 segundos que le llevaba Loeb, sin embargo, cuando cruzó la meta llegaron malas noticias. Fue penalizado con 10 segundos porque se adelantó a la partida.
El último auto en la ruta fue el de Sebastien Loeb y, sabiendo del recargo a su rival, optó por lo seguro. Finalmente, cruzó la meta para ganar y ampliar su palmarés en la edición 90 del Rally de Montecarlo. Fue su victoria número 80, igualó el récord de 8 triunfos de Ogier en el principado y se convirtió en el piloto de mayor edad en liderar y ganar un rally del Campeonato del Mundo.
El logro fue aún más importante porque lo hizo con la copiloto Issabelle Galmiche. Es la primera mujer en subir al tope del podio del WRC, desde Fabrizia Pons, en 1997. A los 50 años, la profesora de matemáticas de una escuela de Francia, inscribió su nombre en la historia del motorsport al conquistar la carrera más tradicional del mundial de rally. Imposible escribir una mejor historia que esta.
La primera fecha del WRC solo ha sido un anticipo de un campeonato que promete mantenernos al borde del asiento durante toda la temporada. La próxima fecha será en la nieve del Rally de Suecia, del 24 al 27 de febrero.

