El Grand Prix de Brasil produjo muchas emociones y dejó perfilado a uno de los candidatos al título
Caos es lo que mejor define al último Grand Prix de Brasil, de Fórmula 1. El formato Sprint y el clima pusieron de cabeza a la máxima categoría y la carrera por el título, entre Max Verstappen y Lando Norris, dio un giro que parece definitivo.
Los McLaren dieron el primer golpe del fin de semana cuando coparon la primera fila de partida de la carrera corta. Norris solo tenía a su compañero de equipo por delante, lo cual eran muy buenas noticias porque necesitaba la victoria a como diera lugar. Verstappen estuvo cerca, en la cuarta posición, justo detrás de Charles Leclerc.
Por primera vez, se apagaron las luces del semáforo y los de naranja hicieron bien el trabajo. Piastri tomó el primer lugar y Norris resistió en la segunda posición. Leclerc batalló con Verstappen en la curva 1 solo para prevalecer en el tercer lugar. Sainz completó los 5 primeros.
Para la vuelta 3, los McLaren escaparon en tándem. Por eso, Verstappen pasó al ataque de Leclerc. Sin embargo, el de Ferrari contuvo perfectamente sus intentos de sobrepaso.
Desde ahí pasó poco en la parte alta del clasificador. Los autos papaya controlaron el ritmo y administraron la ventaja. Leclerc se concentró en seguirlos y Verstappen conservó llantas para un ataque final.
El momento llegó en la vuelta 18, cuando el de Red Bull aprovechó un ligero error de Leclerc en la ese de Senna para luego aprovechar el rebufo y ejecutar la maniobra de sobrepaso en la recta hacia la curva 4. Con eso consiguió minimizar la pérdida frente a Norris, aunque McLaren tenía una jugada guardada.
A tres del final, el equipo de Woking llamó a sus pilotos para que intercambien posiciones. La decisión fue rápida ante la amenaza de un posible Auto de Seguridad por el abandono de Hulkenberg. A continuación, la dirección de carrera controló la velocidad con Auto de Seguridad Virtual, hasta la última vuelta. Cuando regresó la bandera verde, Verstappen estuvo muy atento y por poco consigue sorprender a Piastri. El australiano tuvo que sacar algún truco del sombrero para contener el embiste del Red Bull. Ahí quedó clara la importancia de la decisión de McLaren, de proteger a su piloto principal.
Metros después, cayó la bandera a cuadros y Lando Norris se llevó el máximo puntaje de la Sprint. Piastri terminó segundo y Verstappen, tercero. La diferencia en el campeonato se redujo por dos puntos.
Lo verdaderamente importante ocurrió al día siguiente, en el Grand Prix de Brasil. Un diluvio, que hasta produjo inundaciones alrededor del circuito de Sao Paulo, obligó a mover la clasificación del sábado en la tarde al domingo a primera hora. Fue un reto adicional porque si los autos fallaban o un piloto tenía un accidente, los equipos tenían poco margen para hacer reparaciones.
El clima no dio mucha tregua el domingo y la clasificación fue una locura, por múltiples accidentes que obligaron a sendas neutralizaciones.
Norris sobrevivió a todo y se quedó con la pole position. George Russell hizo el segundo mejor tiempo. Yuki Tsunoda y Esteban Ocon dieron la sorpresa al copar la segunda fila. Luego aparecieron Liam Lawson y Charles Leclerc. La cuarta fila fue para Alex Albon y Oscar Piastri. El top 10 del arranque quedó completo con los Aston Martin de Fernando Alonso y Lance Stroll.
Verstappen fue eliminado en la Q2 y luego contrajo 5 puestos de penalización por cambiar de motor, por eso tuvo que largar desde el puesto 17.
El drama en el Grand Prix de Brasil arrancó antes de la partida. Lance Stroll se chocó y se atolló en plena vuelta de formación. Después de eso, su imagen ha quedado muy tocada y hasta se discute su continuidad.
Luego ocurrió otra situación extraña. Cuando la largada se abortó y los pilotos estaban a punto de ser enviados a otra vuelta de formación, Norris y Russell iniciaron la marcha antes de que el semáforo se los indique. Eso creó una gran confusión. Parte de la grilla aceleró detrás y otros se quedaron en sus lugares. Como resultado, la dirección de carrera impuso sanciones económicas para Norris y Russell y apercibimientos para otros.
Cuando por fin se alinearon los astros y se apagaron las luces del semáforo, Russell picó mejor que Norris y tomó la primera posición sin oposición. Detrás, Ocon, Tsunoda y Lawson fueron lado a lado por el tercer lugar. El piloto japonés prevaleció en ese intercambio.
En esa misma vuelta, Sergio Pérez terminó mirando en sentido opuesto. El piloto mexicano la pasó mal por la poca adherencia de su auto y de paso favoreció a las críticas que lo dan fuera de Red Bull a fin de año.
Russell completó la primera vuelta al frente y con cierta ventaja sobre Norris, Tsunoda, Ocon y Leclerc. En el otro extremo, Verstappen ya había ganado 6 posiciones y, empezando el segundo giro, entró a la zona de puntos cuando dejó atrás a Lewis Hamilton. Desde ahí continuó su escalada en el clasificador, aunque a un ritmo mucho menos vertiginoso.
Un punto importante en la remontada del tricampeón ocurrió en la vuelta 10, cuando sorprendió a Piastri, por el séptimo lugar, en la entrada a la ese de Senna. Esto fue clave porque consiguió evitar un posible bloqueo del piloto de McLaren para favorecer a su compañero.
En las siguientes vueltas, los equipos sacaron las computadoras para trabajar en la estrategia y en pronosticar la duración de los neumáticos intermedios de lluvia. Mientras eso ocurría, Verstappen aprovechó un ligero error de Leclerc para ponerlo bajo máxima presión. Intentó superarlo al menos un par de veces en el giro 22, pero el de Ferrari tuvo una defensa impecable.
Tres vueltas después, la lluvia arreció sobre la pista de Interlagos. En ese momento, Leclerc fue a boxes para intentar un golpe maestro. Sin embargo, regresó a la pista en medio del pelotón y condicionó su resultado.
Sobre el final de la vuelta 27, Hulkenberg se quedó colgado al borde de la pista. La dirección de carrera controló la velocidad con Auto de Seguridad Virtual. Mercedes y McLaren llamaron a sus pilotos para hacer el cambio de llantas y evitar lo que le pasó a Leclerc. Sin embargo, hubo un par de condicionantes: lo hicieron tarde y se abrió el cielo. Cuando regresaron a la pista, Ocon, Verstappen y Gasly habían saltado al tope del clasificador solo por mantenerse en la pista.
En pleno aguacero y en las condiciones más difíciles, Norris optó por arriesgar y dejó atrás a Russell. Ahí ya intuía que haber parado por llantas era un error.
El momento definitivo llegó poco después, cuando Franco Colapinto destruyó el Williams en la entrada a la recta principal. La dirección de carrera no tuvo más opción que detener la carrera por seguridad. Gracias a eso, los que no pararon tuvieron un cambio de neumáticos gratuito.
La velocidad regresó minutos después. Ocon lideró al grupo sobre Verstappen. Detrás, el otro Alpine, el de Gasly, encabezó al resto del top 5 en el que estaban Norris y Russell. A falta de drama, Norris se pasó de largo en la curva 4 y el piloto de Mercedes no le perdonó el error. La pista continuó casi intransitable y como consecuencia hubo muchas salidas de pista. Entre ellas, la del último ganador, Carlos Sainz. En solo 7 días transitó de héroe a desastre.
Ese accidente produjo la salida del Auto de Seguridad y en el reinicio, en la vuelta 43, Verstappen aprovechó el momento para lanzarse sobre Ocon por la primera posición. El piloto francés pudo hacer poco ante la agresividad del tricampeón. Gasly, con el otro Alpine, los siguió de cerca. Leclerc iba cuarto y Russell quinto. Después de todo el alboroto, Norris había caído hasta la séptima posición, justo detrás de su compañero de equipo, aunque poco después el equipo ordenó nuevamente el intercambio de lugares. Después de eso, Norris intentó ir hacia adelante, pero no tuvo la velocidad para conseguirlo.
Finalmente, cayó la bandera a cuadros y Max Verstappen se quedó con la victoria, desde el puesto 17. Fue la mayor remontada de su trayectoria y probablemente la decisiva en su camino al cuarto título consecutivo. Esteban Ocon y Pierre Gasly lo acompañaron en el podio. Al menos por un fin de semana Alpine acabó con una temporada de miseria.
George Russell y Charles Leclerc completaron los 5 primeros. Lando Norris quedó sexto y las aspiraciones al título se le pusieron aún más cuesta arriba.
En el campeonato, Verstappen amplió la ventaja a 62 unidades, a falta de 3 carreras. Solo un milagro podría devolver a Norris a la pelea. Leclerc, Piastri y Sainz se mantienen en la parte alta de la tabla.
La Fórmula 1 regresa del 21 al 23 de noviembre con el Grand Prix de Las Vegas. Veremos si empieza el milagro de Norris o llega la sentencia de Verstappen.