Los viajes largos en carretera exigen más que solo experiencia al volante: requieren planificación y una revisión detallada del vehículo. Cada minuto detenido por una falla puede representar pérdidas económicas y riesgos para el conductor, la carga y los plazos de entrega. Bajo esa premisa, FUSO Perú, representada por Astara, comparte cinco prácticas clave para garantizar trayectos seguros y eficientes.
La primera recomendación es realizar mantenimientos preventivos en el kilometraje y tiempo recomendados. Esta práctica permite detectar posibles fallas antes de que se conviertan en problemas mayores, alargando la vida útil del vehículo y asegurando un rendimiento óptimo durante el viaje.
El segundo punto se centra en la inspección de neumáticos y suspensión antes de cada salida. Neumáticos en buen estado y una suspensión correctamente calibrada no solo aportan estabilidad y tracción, sino que también reducen el riesgo de accidentes, especialmente en carreteras de alta exigencia.
El tercer aspecto a considerar es el sistema eléctrico y de iluminación. Verificar la batería, el alternador, las luces y las conexiones previene imprevistos que puedan interrumpir la operación. Además, asegura el cumplimiento de normativas viales y garantiza la visibilidad en todo momento.
Distribuir la carga de manera uniforme y asegurarla correctamente es la cuarta práctica recomendada. Una carga mal ubicada puede alterar el centro de gravedad del vehículo, comprometer su estabilidad y aumentar las probabilidades de accidentes.
Finalmente, es indispensable revisar el sistema de frenos. Verificar el desgaste de discos, zapatas y líneas de freno permite mantener el control del vehículo en situaciones críticas y prevenir incidentes. Un sistema de frenos en perfecto estado es sinónimo de seguridad y confianza en cada trayecto.
Para los especialistas de FUSO Perú, estas recomendaciones forman parte de una cultura de prevención y eficiencia que busca fortalecer las operaciones logísticas a nivel nacional. Mantener los vehículos en buen estado no solo reduce costos operativos, sino que también consolida la reputación de las empresas de transporte, ofreciendo un servicio más confiable a sus clientes.