Llegó el turno del Rally de los Dioses. El Acrópolis recibió a los pilotos del WRC con las condiciones de ruta más duras en varios años. A ello sumó condiciones climáticas brutales, con muchísimo calor durante el día y fuertes lluvias en la noche.
Pero lo que realmente calentó la décima fecha del WRC fue la pelea por el título. Hasta aquí, Thierry Neuville mantenía la punta en base a constancia. Aunque no ganaba desde Montecarlo (la primera carrera del año), ha sabido capitalizar mejor que nadie el polémico sistema de puntaje adoptado desde esta temporada.
Toyota, por su parte, cambió el enfoque drásticamente. Entendió que Elfyn Evans no estaba en condiciones de pelear por el título y se alineó detrás de Sebastien Ogier. Sacaron a su estrella del programa parcial de competencias para ponerlo a tiempo completo, hasta fin de año. Además, el equipo japonés necesitaba recuperar el paso en el campeonato de constructores, luego de la debacle de Finlandia, donde perdió dos de sus tres autos en los 10 kilómetros finales, cuando estaban en posición de podio.
En el Acropolis Rally empezó con estrategias diversas. Neuville optó por un plan conservador. Además, tenía que limpiar la ruta para el resto. Sobre eso, su i20 tuvo problemas. Se quedaba en tres cilindros. Tan solo en la primera especial cayó al sexto lugar de la general.
Ogier, en cambio, salió dispuesto a arriesgar. Fue el único que afrontó los primeros tramos con una combinación de 3 llantas de compuesto blando y 3 del duro. La jugada le pagó de inmediato porque empezó al frente del acumulado.
Elfyn Evans fue la primera baja de Toyota. Cortó una llanta a poco del inicio, paró a cambiarla en el tramo cronometrado y perdió más de dos minutos. Luego se quedó sin potencia porque se le rompió el turbo. Esa misma falla, más tarde, fue el talón de Aquiles de Toyota.
Takamoto Katsuta dio la sorpresa al marcar el scratch del segundo tramo. Pero en el tercero, borró todo. Se excedió en una curva y arrancó la rueda posterior derecha. La pésima racha del piloto japonés no tiene fin. Por eso, esta semana se anunció que será reemplazado en la siguiente fecha por el piloto de WRC2, Sami Pajari [Páyari].
Ott Tanak puso el pecho por Hyundai. En la segunda prueba especial saltó al frente de la general. Necesitaba un buen resultado para mantener sus opciones por el título.
En la tercera, Ogier retomó la punta, pero la noticia la dio Adrien Fourmaux, porque hizo un tiempazo y subió a la segunda posición de la general. La alegría le duró poco porque, en la siguiente especial, los dioses le sembraron una piedra en el camino.
Más drama llegó en los tramos de la tarde. Ogier se había afianzado en la primera posición de la general cuando la suerte le dio la espalda. En realidad, Ogier sí lo sabía. Era el turbo. Estaba roto. La misma falla que Evans. A falta de un tramo hasta el final del día no le quedó más que arrastrarse para llegar a la asistencia.
El viernes terminó con Tanak en la punta de la general. Dani Sordo lo escoltó y Neuville capitalizó los retrasos de todos para escalar al tercer lugar. Hyundai tenía el 1-2-3 provisional. Ogier perdió dos minutos y medio y cayó al cuarto lugar.
El estonio Robert Vivres, de la WRC2, cerraba el top 5, con Sami Pajari [Páyari] pisándole los talones. Ellos protagonizaron un duelo fantástico hasta el final.
El segundo día tuvo otros 6 tramos cronometrados. El reto aquí estuvo en que no hubo asistencia técnica a la mitad del día. Solo un reabastecimiento. A pesar de ello, los caminos de Grecia no tuvieron clemencia.
Tanak bajó una llanta a pocos kilómetros de empezar. Perdió más de 4 minutos y se despidió de la pelea por la victoria.
Sordo heredó la punta, aunque tuvo sus propios problemas. Luego, una llanta baja, en la especial 8, le hizo perder 50 segundos y la primera posición de la general.
Ahí apareció Neuville. Capitalizó los retrasos de sus rivales para pasar al tope del clasificador.
En la mitad del día, Ogier reapareció. Consiguió escalar hasta el tercer lugar. No tenía más alternativa que remontar lo máximo posible para salvar la mayor cantidad de puntos.
A poco del final, más drama. Elfyn Evans puso de cabeza a su Toyota Yaris. Logró continuar con daños menores, pero, en el enlace, el equipo le ordenó abandonar para reparar el auto con miras a los puntos del domingo.
Al final del sábado, Neuville se mantuvo fuera de peligro y en la primera posición. Había acumulado una cómoda ventaja de casi 55 segundos.
Dani Sordo resistió al ataque de Ogier para mantener el segundo lugar. Tanak los siguió desde la cuarta posición.
Sami Pajari pasó al frente de la WRC2 e ingresó a los 5 de la general. El duelo con Vivres fue tan cerrado hasta la meta que terminó en empate de tiempo.
El día final del Rally de Grecia tuvo solo tres pruebas especiales programadas y muchos puntos en juego. Por eso estuvo lejos de ser un mero trámite. Durante la noche cayó una tormenta que dejó la ruta en condiciones aún más duras.
Sin nada que perder, Ogier salió a fondo. Fue por los puntos y, tal vez, por algún milagro. Voló en el primer tramo del día, tanto que le ganó a Sordo por casi 32 segundos y le quitó la segunda posición.
El múltiple campeón continuó en el mismo plan hasta que, a pocos kilómetros de la meta, los dioses le dieron la espalda.
Thierry Neuville finalmente cruzó la meta para volver al triunfo, desde enero. Tuvo una actuación increíblemente sólida, en la que se mantuvo frío a pesar de la enorme presión. De paso, se llevó puntos que podrían ser definitivos por el título.
El líder de Hyundai encabezó el resultado perfecto para la marca surcoreana. El 1-2-3 quedó completo con Dani Sordo y Ott Tanak. Con eso pasaron a liderar, también, el campeonato de constructores.
El triunfo de Grecia hizo que Neuville estire la ventaja a 34 puntos. Tanak subió al segundo lugar. Ogier va tercero, a 5 puntos. Evans y Fourmaux completan la parte alta de la tabla provisional.
Quedan solo tres fechas para el final del WRC. ¿Conseguirá Hyundai su primer título de pilotos o Toyota logrará imponer su dominio? Esta historia continuará en Chile, del 26 al 29 de setiembre. Quédate con Auto TV para que no te pierdas ningún detalle de esta definición apasionante.