La transición hacia una movilidad sostenible es un tema central en la industria automotriz y en las decisiones de los consumidores. Según un estudio presentado por Inchcape e Ipsos, tres de cada diez peruanos tienen intención de comprar un vehículo de nuevas energías (NEVs), lo que refleja un cambio progresivo en la manera en que los usuarios perciben el futuro del transporte.
El informe regional, denominado Motores de Cambio, subraya el valor social de la movilidad personal en América Latina, asociándola directamente con una mejor calidad de vida, acceso a servicios básicos y oportunidades laborales. En el caso peruano, el 55% de los ciudadanos utiliza principalmente vehículo propio tras la pandemia, consolidándose como el medio de transporte preferido.
En cuanto a la percepción de los vehículos eléctricos e híbridos, el estudio muestra que el 75% de los peruanos los valora de manera positiva, aunque solo un 30% manifiesta una intención concreta de compra. Entre las principales barreras se identifican el precio de adquisición y la limitada infraestructura de recarga, factores que todavía restringen su adopción masiva.
A nivel regional, los resultados reflejan un contraste entre América Latina y Asia-Pacífico. Mientras en Asia un 26% ya posee un vehículo NEV y más del 80% conoce las tecnologías asociadas, en Latinoamérica este nivel de conocimiento aún no alcanza el 40%. No obstante, el 57% de los encuestados en la región considera a los NEVs como una alternativa positiva y el 37% destaca la conciencia ambiental como motivador de cambio.
En el caso peruano, Inchcape destaca por su participación de mercado del 24,4% en agosto de 2025, consolidándose como el grupo automotriz líder en el país. Su estrategia se centra en ampliar el portafolio de vehículos eléctricos e híbridos, fortalecer las soluciones digitales y diferenciar la experiencia del cliente, en línea con la meta global de liderar la transición hacia una movilidad de cero emisiones.
El informe concluye que la colaboración entre políticas públicas, fabricantes, distribuidores y el sector energético será clave para acelerar la adopción de los vehículos de nuevas energías en la región. Subsidios, beneficios fiscales e inversión en infraestructura de carga aparecen como medidas prioritarias para reducir las brechas actuales y fomentar una transición más equitativa y sostenible en el transporte.
