Toyota Motor Corporation anunció una inversión adicional de hasta 10 mil millones de dólares en sus operaciones en Estados Unidos durante los próximos cinco años, consolidando así una presencia que ya suma casi 60 mil millones de dólares desde que ingresó al mercado estadounidense hace casi siete décadas. Esta decisión reafirma la estrategia global de la marca de expandir su capacidad de producción y acelerar su transición hacia tecnologías electrificadas.
En paralelo, Toyota celebró la ceremonia de inauguración de su nueva planta de fabricación de baterías en Carolina del Norte (TBMNC), la primera instalación de este tipo fuera de Japón. La planta ya inició operaciones y representa una inversión cercana a los 14 mil millones de dólares, además de la creación de hasta 5,100 nuevos empleos en el estado. Con esta inauguración, Toyota suma once plantas de producción en territorio estadounidense y fortalece su rol como fabricante local clave en el mercado automotriz más grande del continente.
La construcción de la planta de baterías responde al enfoque de la compañía de convertirse en la “mejor empresa local”: producir dentro del país, fortalecer las cadenas de suministro, contribuir con la comunidad e impulsar soluciones adaptadas a las necesidades de cada región. Actualmente, Toyota emplea a alrededor de 50 mil personas en EE. UU. y ha fabricado más de 35 millones de vehículos en ese mercado.
Tetsuo Ogawa, presidente y CEO de Toyota Motor North America, destacó que la apertura de TBMNC y la nueva inversión reflejan el compromiso de la compañía con el desarrollo de tecnologías electrificadas y con la industria local. “Esta planta y la inversión adicional de hasta 10 mil millones de dólares marcan un hito en nuestra historia. Toyota ha sido pionera en vehículos electrificados, y esta expansión reafirma nuestro compromiso con nuestros empleados, clientes, concesionarios, comunidades y proveedores”, señaló.
Con esta apuesta, Toyota refuerza su liderazgo en el segmento electrificado y amplía su capacidad para atender la creciente demanda de vehículos híbridos, híbridos enchufables y eléctricos en Estados Unidos, uno de los mercados donde la transición hacia energías limpias avanza con mayor velocidad.
