En mercados internacionales, el tiempo de inactividad de un vehículo podría costar entre $448 y $760 por día a las flotas, según una estimación de Element Fleet Management. Este factor resalta la importancia de elegir adecuadamente los vehículos para flotas corporativas, ya que esta decisión puede impactar directamente en la eficiencia operativa y la rentabilidad de las empresas.
Diversos estudios indican que los elementos clave que influyen en la elección de vehículos para flotas incluyen la disponibilidad operativa, los niveles de seguridad y los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS), el costo de propiedad, la eficiencia de combustible y la capacidad de posventa. Además, la calidad, durabilidad y fiabilidad de las marcas son pilares fundamentales para garantizar una operación sin interrupciones y con costos controlados.
En Perú, no existe un estudio específico al respecto, pero se sabe que los costos de propiedad (como combustible y depreciación), los costos operativos (incluyendo salarios de conductores y mantenimiento) y la pérdida de productividad por tener una unidad fuera de servicio son factores determinantes. Frente a esto, se recomienda:
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Priorizar el mantenimiento programado para evitar averías costosas y minimizar el tiempo de inactividad.
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Aliarse con marcas con amplia presencia nacional, que ofrezcan soporte integral en posventa.
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Utilizar tecnología y aplicativos de las marcas para el mantenimiento preventivo, con notificaciones automatizadas e informes de excepciones.
“Es fundamental tener una estrategia de atención diversificada y clara para cada tipo de cliente, además de una sólida red comercial. En nuestro caso, tenemos el 85% de cobertura nacional, con 31 puntos de talleres”, comenta Ider Cifuentes, Brand Manager de Mitsubishi Motors, una marca japonesa que sobresale en este segmento. En 2025, el 36% de sus ventas fueron destinadas a empresas de sectores como el minero, telecomunicaciones, agroindustria y construcción. “Generar servicios específicos para el segmento B2B es vital. Este no es solo un negocio donde se venden autos, es un negocio donde se venden soluciones”, enfatiza Cifuentes.
La seguridad es otro reto clave en la adquisición de flotas corporativas. Según los resultados del Barómetro de Flotas y Movilidad 2024 de Arval, fomentar una conducción responsable es un desafío para los empresarios, especialmente de cara a los próximos tres años. Es en este contexto donde la elección de vehículos resistentes y certificados en seguridad, con herramientas inteligentes de asistencia al conductor, se vuelve crucial. “Es primordial que se utilice la máxima tecnología a favor de la seguridad de pilotos y pasajeros”, refuerza Cifuentes.
Elegir vehículos que ofrezcan altos estándares de calidad, durabilidad y fiabilidad, junto con una estrategia centrada en el cliente, no solo garantiza una operación eficiente, sino que también representa una inversión estratégica, rentable y sostenible para el negocio. “La propuesta de valor, más allá de los productos, consiste en brindar tranquilidad operativa a sectores cuya actividad principal no es el transporte”, concluye el Brand Manager de la marca de los tres diamantes.
