En un viaje largo en carretera, cada detalle cuenta para lograr una experiencia cómoda y segura. Los SUV modernos están diseñados con tecnologías que no siempre se aprovechan al máximo, pero que pueden marcar la diferencia entre un trayecto agotador y uno placentero.
Uno de los primeros aliados es el Drive Mode Select, que permite adaptar la conducción a diferentes condiciones de ruta. Gracias a los modos Eco, Sport o Normal, el vehículo ajusta su rendimiento para optimizar el consumo de combustible o brindar mayor agilidad en carreteras con curvas.
La seguridad también es clave. Los sistemas de asistencia avanzada a la conducción (ADAS) como la Prevención de Colisión Frontal (FCA), el Mantenimiento de Carril (LKA) y el Seguimiento de Carril (LFA) actúan como un copiloto invisible que ayuda a mantener la concentración y reduce los riesgos en trayectos extensos.
El control de crucero adaptativo suma comodidad al regular automáticamente la velocidad y la distancia con respecto al vehículo delantero. En situaciones de tráfico denso, incluso puede frenar y reanudar la marcha, reduciendo la fatiga de tener que acelerar y frenar constantemente.
Para trayectos largos y monótonos, el Asistente de Conducción en Carretera (HDA) ofrece apoyo semiautónomo. Este sistema mantiene el SUV centrado en el carril y ajusta la velocidad de manera inteligente, permitiendo que el conductor se concentre más en el viaje que en las maniobras repetitivas.
Finalmente, la comodidad no se queda atrás: los asientos calefaccionados y ventilados permiten regular la temperatura según el clima, ya sea en mañanas frías o bajo el calor intenso del mediodía. Así, cada pasajero puede disfrutar de un ambiente a su medida, lo que contribuye a un viaje más placentero.