El 4Runner está listo para salir al mercado y la nueva generación viene equipada para ir hasta el fin del mundo

Toyota se tomó su tiempo para sacar un nuevo 4Runner, pero la espera ha valido la pena. Después de 15 años de vigencia de la quinta generación, llega esta, completamente renovada. El nuevo, con código N410, está construido sobre la plataforma TNGA-F, la misma que comparte con el Land Cruiser y la pick up Tacoma. Esta vez, Toyota no ha hecho solamente un modelo paralelo al Prado como en la generación anterior. Si bien comparten base y motorización, han optado por enfocar al 4Runner a un segmento aventurero, por eso lo han dotado con más elementos orientados al offroad. De entrada, la principal diferencia que notamos es que aparenta un despeje al suelo superior. Luego de esta presentación, Toyota deja clara su estrategia con estos dos emblemáticos SUV, en el que el Prado tendrá una orientación más familiar. Por eso, también, el diseño de la carrocería del 4Runner es mucho más agresivo.

En cuanto a la gama de motores, el V6, de 4 litros de la generación anterior fue dado de baja. En su reemplazo hay dos opciones completamente nuevas. De entrada, estará disponible un motor de cuatro cilindros, 2,4 litros, turbocargado, que produce 278 HP y 52,2 kg.m de torque. Eso significa 8 HP y destacables 13,8 kg.m adicionales a los que tenía el V6 del modelo antecesor. La segunda opción es híbrida. Al mismo 2.4, turbo, le añadieron un motor eléctrico, que aporta 48 HP, para una potencia conjunta de 326 HP y 64,2 kg.m de torque. Para ambos casos, la caja de cambios seleccionada es automática, de nuevo desarrollo, con 8 velocidades. Esta entra a reemplazar a la antigua, de 5 cambios. Eso supone un salto considerable en términos de performance y ahorro de combustible, por el mayor rango de marchas.

También hay novedades respecto a la tracción. Tendrá alternativas de tracción simple, 4X4 e integral permanente. Para las versiones con tracción simple estará disponible un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado o LSD, por sus siglas en inglés. Las de tracción total, tendrán caja de transferencia, con rangos Low y High, más control de tracción electrónico activo y LSD. Según el nivel de equipamiento tendrán la opción de llevar bloqueo para el diferencial posterior, mientras que las opciones tope de gama añaden bloqueo de diferencial central. Por si eso fuera poco, el nuevo 4Runner tiene modos de tracción preprogramados para barro, tierra y arena. A eso le suma uno más: el modo Crawl, para transitar por los lugares más agrestes, con la mínima inercia y la máxima tracción. En este modo, el conductor solo se tiene que preocupar de guiar el timón. Del resto se encarga el vehículo de manera autónoma. Pero aún hay más para los fans del offroad. Toyota le ha colocado un mecanismo de desconexión de barras estabilizadora que funciona con solo oprimir un botón. Eso ayuda a que la suspensión utilice la máxima articulación para superar los obstáculos más difíciles.

En el lanzamiento se anunciaron 9 niveles de equipamiento, más uno especial que se suma en esta generación: el Trailhunter. Ese viene preparado para el apocalipsis zombi. Toyota ha trabajado con las mejores marcas del mundo off road para elevar el nivel de performance del 4Runner. Incluye amortiguadores regulables provistos por Old Man Emu y llantas de 33 pulgadas, con aros especiales. El despeje al suelo aumenta en 5 centímetros en la parte delantera y en 3,8, en la posterior.

La carrocería de la versión Trailhunter se distingue por el snorkel en el pilar A del lado derecho, rieles especiales en el techo, tomas de aire adicionales para refrigeración del motor, emblemas en color bronce y una barra de luces Led, de 20 pulgadas. La lista de equipamiento continúa con un inversor de corriente alterna de 2400W, con salidas en la cabina y en la maletera, para proveer de energía a cualquier artefacto eléctrico.

El interior ha sido completamente renovado. Está mucho mejor logrado que en las generaciones anteriores en cuanto a diseño. Además, emplea mejores materiales al tacto, aunque sin perder la característica robustez.

La parte tecnológica corre por cuenta del panel de instrumentos digital, de 7 pulgadas, y por la pantalla táctil de infoentretenimiento, de 14 pulgadas. Existe una segunda alternativa para los niveles más elevados de equipamiento, con un panel de 14 pulgadas y una pantalla central de 12,3 pulgadas. Para cualquier caso, la conectividad es a través de Apple Car Play y Android Auto. El habitáculo también incluye cargador inalámbrico para el celular y puertos USB tipo A y C.

Los precios fueron mantenidos en reserva, por ahora. Lo que sí sabemos es que saldrá a la venta en Estados Unidos en el último cuarto de este año; así que es probable que tengamos novedades en Perú a inicios del 2025.

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