Los vehículos eléctricos van bajando de precio y este Dacia es otra muestra importante de ello. La marca rumana presentó un profundo facelift del Spring, modelo de cero emisiones que está basado en el Kwid de la marca hermana Renault.
En esta entrega el Spring recibe una nueva cara. Incluye el renovado logo de Dacia y tiene una apariencia general un poco más ruda; acaso tratando de acercarse a un SUV. Mide 3,7 metros de largo, por 1,77 de ancho y 1,52 de alto. Sus medidas son pequeñas, pero han logrado un interesante volumen de carga en su desarrollo, con 308 litros para la maletera posterior y otros 35 litros, bajo el capot. Adicionalmente, hay varios compartimentos distribuidos en el habitáculo para colocar objetos, que en total suman 33 litros adicionales.
Los cambios más importantes de este facelift están en el interior. Estrena un tablero de nuevo diseño, con apariencia más moderna y de mayor percepción de calidad. También incorpora nuevas pantallas. El panel de instrumentos es completamente digital, con un tamaño de 7 pulgadas y la pantalla flotante de infoentretenimiento tiene 10 pulgadas.
La potencia es provista por un motor eléctrico que, en la versión de entrada, desarrolla 45 HP y en la superior, 65 HP. Es un vehículo orientado a uso en ciudad. Aun así, la batería, de 26,8 kw/h, le permite un rango de uso de hasta 220 kilómetros. Los números pueden no impresionar, pero Dacia asegura que derivan de la data del modelo saliente. De ello obtuvieron que los dueños conducían 37 kilómetros por día, a un promedio de velocidad de 37 km/h y que el 90% del recorrido era de menos de 70 kilómetros.
En esta nueva entrega, el Spring estrena carga bidireccional, con la cual puede proveer energía a artefactos de casa. Recargar sus baterías, con corriente directa, toma 45 minutos para pasar de 20% a 80%. Por otra parte, la marca estima que alrededor del 90% de recargas son hechas por los dueños en sus propias casas.
El Dacia Spring es fabricado en China y tendrá un precio de 20 mil euros en Rumanía, país de origen de la marca. Eso, antes de incentivos para vehículos ecológicos. Por lo tanto, puede ser una muy buena alternativa para quienes se mueven netamente en la ciudad o en recorridos cortos. Y por qué no, para la región sudamericana.
