Dodge continúa el legado del Charger con opciones de cero emisiones y motores a gasolina

Otro ícono de la historia automotriz se pasa al lado eléctrico. Bueno, en parte. La octava generación del Dodge Charger, el coupé deportivo que marcó los años sesenta y setenta, tendrá variantes de cero emisiones y también con motor de combustión.

Tanta versatilidad ha sido lograda gracias a que es el primer modelo construido sobre la nueva plataforma “STLA Large” del grupo Stellantis, la cual permite acomodar una amplia variedad de unidades de potencia.

Empecemos por el lado de los de cero emisiones. Las variantes eléctricas han sido denominadas Charger Daytona, en honor al emblemático modelo de 1969, famoso por las hazañas de “The King”, Richard Petty e inmortalizado en la película animada Cars. En la primera, la que fue buena.

Estará disponible con dos tipos de carrocería coupé o cuatro puertas. En ambos casos medirá 5,18 metros de largo y 2,13 de ancho. Es un auto grande y tendrá un peso similar al de la luna, con 2.648 kilos. No sería un verdadero “muscle car” si no estuviera excedido de potencia. Dodge ha preparado dos niveles de equipamiento, ambos impulsados por dos motores eléctricos, uno para cada eje. El R/T desarrolla 456 HP y el Scat Pack, 630. Esas cifras pueden aumentarse en 40 HP, por 15 segundos, con el botón PowerShot. La potencia extra la despliega con el acelerador a fondo, al estilo del nitro.

Los nuevos Charger Daytona no serán silenciosos cuando lleguen a las calles. Dodge está todavía en desarrollo de un sistema de parlantes que imitan el sonido del escape. Los rumores dicen que tendrá los niveles de ruido del Hellcat. La marca también ofrecerá paquetes para aumentar la performance, que incluirán suspensión regulable, cálipers de freno de 6 pistones, con discos de 16 pulgadas y llantas más grandes y anchas. Además, todas las variantes eléctricas llevarán, de serie, un diferencial mecánico en el tren posterior.

Bajo el capot, donde el Charger Daytona tiene una segunda maletera, el Charger Sixpack llevará un motor de combustión de esos de toda la vida. Será un V6, de 3,0 litros, twin turbo, con potencia de 420 o 550 HP. Es una variante del que actualmente utilizan Jeep y Ram. Para el Charger Sixpack, la tracción también será integral. La mala noticia es que el motor Hemi V8 ha sido dado de baja por completo para este modelo.

En cuanto al interior, está alineado con la actual tendencia digital, aunque no renuncia al sentido clásico coupé, en el que tiene todos sus elementos orientados al conductor. El panel de instrumentos es completamente digital, con opciones de pantalla de 10,25 y 16 pulgadas. Esto combina con la de infoentretenimiento, de 12,3 pulgadas. El equipamiento de serie incluye iluminación ambiental, con un rango de hasta 64 colores y con opción de configuración automática. Varía según la acción que se realice, ya sea abrir la puerta, arrancar el motor, cambiar el modo de manejo, entre otras acciones.

El Charger Daytona saldrá a la venta a mitad de este año, con el R/T Coupé. Los de cuatro puertas estarán listos para el primer cuarto del 2025, junto con el Charger Sixpack (el de motor de combustión). Por ahora no se han develado los precios, solo se especula que en Estados Unidos debería empezar por encima de los 50 mil dólares.

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